5 mil personas asistieron a la clase masiva de ballet en el Zócalo de la CDMX
El emblemático Zócalo de la Ciudad de México se transformó en un escenario de gracia y belleza este domingo, cuando más de 5 mil personas se reunieron para participar en la primera clase masiva de ballet, dirigida por la renombrada bailarina Elisa Carrillo.
Bajo el cielo azul de la capital mexicana, niñas, niños, adolescentes y adultos de todas las edades se unieron en una experiencia única, donde la danza se convirtió en un lenguaje universal que trascendió barreras y diferencias.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, no pudo contener su emoción al presenciar este evento sin precedentes. En sus palabras, compartidas en redes sociales, destacó la magnitud del encuentro: “Esta mañana, más de 5 mil personas disfrutaron de la primera clase masiva de ballet en el Zócalo de la Ciudad de México, algo nunca visto”.
La inclusión fue un elemento clave de esta memorable jornada. Desde tempranas horas, el acceso al público se abrió, ofreciendo una experiencia inclusiva para personas de todas las capacidades. Una zona especial fue habilitada para aquellos que se desplazan en silla de ruedas, garantizando que todos pudieran participar y disfrutar plenamente del evento.
Este encuentro no solo marcó un hito en la historia cultural de la ciudad, sino que también formó parte del festival “Tiempo de Mujeres. Festival por la Igualdad 2024”. En este marco, Elisa Carrillo, reconocida como la bailarina mexicana con mayor reconocimiento a nivel mundial, y primera bailarina del Staatsballett, Berlín, compartió su talento y pasión con el público capitalino.
Las barras de ballet colocadas estratégicamente en el Zócalo no solo sirvieron como soporte para los participantes, sino que también simbolizaron el compromiso con la excelencia y la búsqueda de la perfección en cada movimiento.
En resumen, la primera clase masiva de ballet en el Zócalo capitalino no solo fue un evento cultural sin precedentes, sino también un testimonio de la capacidad del arte para unir a las personas y celebrar la diversidad en todas sus formas. El ballet, bajo la dirección magistral de Elisa Carrillo, demostró una vez más su poder para inspirar y transformar vidas.