Alfonso Martínez despilfarra 300 mil pesos en publicidad de Facebook
El escenario político en Morelia se ve sacudido por revelaciones que exponen el derroche desmesurado del alcalde con licencia, Alfonso Martínez Alcázar, en su afán por buscar la reelección y afianzarse por un tercer periodo al frente del municipio. Con un gasto que supera los 288 mil pesos tan solo en publicidad en la red social Facebook, Martínez Alcázar ha optado por una estrategia de promoción agresiva, cuestionable y costosa.
Promocionarse en caricaturas, realizar visitas a colonias y hasta utilizar perros como parte de su campaña son solo algunas de las extravagancias en las que ha invertido el candidato del PRD y del PAN. Siguiendo los pasos del exgobernador Silvano Aureoles, Martínez Alcázar ha intentado encauzar su imagen mediante la pauta de fotografías que lo muestran montando a caballo, en un intento por asociarse con la imagen de poder y prestigio que estos animales sugieren.
Estos exorbitantes gastos se suman a una serie de contrataciones publicitarias que sobrepasan el medio millón de pesos en los últimos meses de su mandato como alcalde. Tal derroche financiero, en un contexto de necesidades urgentes en infraestructura, seguridad y servicios básicos para los ciudadanos, levanta serias interrogantes sobre las prioridades y la responsabilidad fiscal del alcalde Martínez Alcázar.
Es evidente que la búsqueda desenfrenada por la reelección ha llevado al candidato a incurrir en gastos injustificables y desproporcionados, en lugar de enfocarse en atender las verdaderas demandas y necesidades de la población de Morelia. Esta conducta frívola y derrochadora no solo refleja un desapego a la realidad que viven los ciudadanos, sino que además pone en entredicho la integridad y el compromiso ético del candidato con su comunidad.
En tiempos donde la transparencia y la rendición de cuentas son valores fundamentales en la vida pública, resulta imperativo que los líderes políticos actúen con responsabilidad y prudencia en el manejo de los recursos públicos. El pueblo de Morelia merece un gobierno que anteponga sus intereses por encima de ambiciones personales y políticas.
