Aquaman 2 es la película más exitosa del DCEU desde 2018
Antes de su lanzamiento en streaming en Max a partir de la próxima semana, Aquaman y el Reino Perdido es la película más exitosa del Universo Extendido de DC desde su predecesora, Aquaman, de 2018.
Además, la primera película de Aquaman, tambipen protagonizada por Jason Momoa y bajo la dirección de James Wan, es la película con mayor recaudación basada en un personaje de DC, logrando una impresionante suma de 1.1 mil millones de dólares en la taquilla global.
Aunque la secuela ha recaudado 124 millones en el mercado doméstico y 309 millones más en mercados internacionales, su total acumulado de 423 millones de dólares en todo el mundo es apenas la mitad de lo obtenido por la película original.
Curiosamente, tanto Warner Bros. como el propio Momoa mostraron poco entusiasmo por la secuela antes de su lanzamiento. El estudio se enfrentaba a una serie de fracasos relacionados con DC, marcando el fin de la hera dorada de las películas de superhéroes, tendencia que también se ha visto en Marvel, con decepciones como The Marvels, que se convirtió en la entrega menos taquillera en la historia del estudio.
El ahora extinto DCEU atravesó tiempos difíciles con sus últimas producciones. Black Adam en 2022 fue brevemente promocionada como una especie de reinicio suave para la franquicia, con Dwayne Johnson (La Roca) como protagonista. Pero después de no poder superar la marca de los 400 millones de dólares en taquillas en todo el mundo, contra un presupuesto reportado de más de 250 millones, se decidió que la franquicia sería reiniciada desde cero, bajo el liderazgo de los nuegos CEO’s James Gunn y Peter Safran.
Sus demás películas también tuvieron lanzamientos discretos. Tanto Shazam Furia de los Dioses como Blue Beetle concluyeron sus carreras con menos de 150 millones en todo el mundo cada una. Pero Warner Bros apostó por The Flash, generando expectación al describirla repetidamente como una de las mejores películas de superhéroes jamás hechas. La estrategia falló, y la película terminó convirtiéndose en uno de los mayores fracasos en la memoria reciente, recaudando 270 millones en todo el mundo contra un presupuesto de más de 200 millones.