Arboretum paga el costo de la indiferencia de Alfonso Martínez
Después de más de seis años de negligencia, durante los cuales se permitió la invasión, la degradación del entorno verde y la proliferación de vertederos clandestinos, el alcalde Alfonso Martínez Alcázar finalmente mostrará interés en la recuperación de Arboretum, ubicado al oeste de Morelia.
La reserva forestal, enclavada en el corazón de la ciudad, ha sufrido los estragos de uno de los mayores males que pueden afectar a los espacios verdes: el abandono institucional.
Desde el año 2017, incluso durante su mandato como alcalde, tanto los medios de comunicación como la opinión pública han denunciado la expansión de asentamientos ilegales en el sector sur de Arboretum, llegando incluso a instalar estructuras dentro de la propiedad.
A punto de concluir su gestión y luego de años de indiferencia, Martínez Alcázar finalmente reconoce el daño causado por la falta de supervisión y mantenimiento en los “pulmones verdes” de la urbe. A lo largo de los últimos años, organizaciones civiles han asumido la responsabilidad de reforestar y limpiar el espacio; recientemente, el Club Datsun lideró jornadas de limpieza debido a la acumulación de desechos en la zona. A pesar de ser concebido como un área de recreación familiar, la falta de contenedores de basura es notoria.
Posteriormente, la asociación Panorama Ambiental, compuesta por científicos y estudiantes de ciencias ambientales, ha liderado y financiado las iniciativas de reforestación, en las cuales los funcionarios municipales brillaron por su ausencia. A pesar de los discursos sobre la intención de rescatar Arboretum, Martínez Alcázar no se ha pronunciado sobre el crecimiento continuo de los asentamientos irregulares durante los últimos cinco años, que afectan negativamente el área de recarga de acuíferos y generan conflictos urbanos derivados de la invasión.