Becas han disminuido deserción escolar en educación básica
Impulsado por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez ha demostrado ser un catalizador significativo para reducir el abandono escolar en México, según los datos más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Entre 2019 y 2020, el programa se ha posicionado como una herramienta vital para combatir la deserción escolar en comunidades tanto marginadas como menos desfavorecidas. Las cifras no dejan lugar a dudas: el abandono escolar disminuyó en un 0.48% en las escuelas primarias y en un 1.89% en las secundarias, una reducción nada desdeñable en un contexto de desigualdad persistente.
En conferencia de prensa, el coordinador nacional del Programa de Becas destacó que las escuelas ubicadas en municipios de baja marginación han experimentado una disminución aún más significativa, del 1.05% en el abandono escolar. Este dato revela una paradoja interesante: mientras que los beneficios del programa parecen ser más evidentes en los contextos de alta marginación, también ha logrado hacer mella en la problemática de deserción en áreas con menor grado de carencia.
El programa no solo ha incidido en la reducción del abandono escolar, sino que también ha jugado un papel en la disminución de los niveles de reprobación, indicando una mejora integral en el sistema educativo. Esta doble función de prevención y apoyo se ha convertido en un elemento crucial para una generación que, de otro modo, podría haber sido dejada atrás en un mar de incertezas y dificultades económicas.
A pesar de los logros, el desafío persiste. La pregunta que queda en el aire es si estos avances serán suficientes para revertir décadas de desigualdades educativas o si este esfuerzo inicial debe ser el catalizador de una reforma más profunda y estructural en la educación mexicana.
Sin duda, el Programa Benito Juárez ha demostrado ser un paso firme en la dirección correcta, pero el camino por recorrer sigue siendo largo y lleno de obstáculos. La educación, como siempre, es el terreno donde se juegan las verdaderas oportunidades de un país, y en este escenario, la continua evaluación y ajuste del programa serán cruciales para seguir avanzando hacia un futuro más equitativo.