CDMX le dice adiós a microbuses
Los microbuses son hoy una especie en extinción en la Ciudad de México ante la llegada de unidades más modernas, mejor equipadas y reguladas.
En un esfuerzo por transformar el transporte público, el gobierno capitalino lanzó el programa de chatarrización de microbuses, una iniciativa clave dentro de su estrategia de movilidad integrada. Este programa tiene como objetivo renovar y mejorar las viejas rutas de microbuses que han sido una constante fuente de inconformidad para los usuarios.
El esquema ofrece a los prestadores de servicio un incentivo económico significativo: un bono de 450 mil pesos por cada unidad de microbús que sea retirada y destruida. Según Fernanda Rivera, directora general de Licencias y Operación del Transporte Vehicular en la Secretaría de Movilidad (Semovi), el propósito de este bono es facilitar la adquisición de nuevas unidades y transformar la forma en que operan estos servicios, mejorando así la calidad del transporte público.
Una vez que una ruta completo ha sido chatarrizada, el gobierno incentiva la formación de una sola empresa que se encargará de prestar el servicio de transporte en ese corredor. Este nuevo operador deberá cumplir con una serie de requisitos tecnológicos y operativos, incluyendo la instalación de cámaras de seguridad, GPS, validadores de Tarjeta de Movilidad y contadores de pasajeros. Estos elementos permitirán un monitorieo más riguroso y eficiente de cada viaje, eliminando prácticas antiguas como cambios arbitrarios de ruta o la circulación con puertas abiertas.
La implementación de estas medidas no solo pretende optimizar la operación del transporte, sino también asegurar un servicio más confiable y seguro para los usuarios. Las nuevas unidades deberán adherirse a un sistema de paradas establecidas, garantizando así una experiencia de viaje más ordenada y predecible.