Desamparados, vecinos de Morelia protegen sus casas contra las inundaciones
Ante la falta de respuesta efectiva por parte del Ayuntamiento de #Morelia, vecinos de las calles cercanas a la Poza Rica se han visto obligados a blindar sus viviendas contra las severas inundaciones que han azotado a la ciudad durante la presente temporada de lluvias, protegiendo sus hogares con estructuras improvisadas.
La Avenida Madero, una de las zonas más afectadas, ha visto cómo sus habitantes colocan puertas hechizas y protecciones soldadas en un intento desesperado por evitar que las aguas entrantes causen mayores daños. La intensidad de las lluvias y las granizadas ha rebasado a las autoridades locales, que no han logrado ofrecer soluciones adecuadas ni apoyo financiero a los ciudadanos que ahora enfrentan una crisis por cuenta propia.
Las inundaciones en la zona de la Poza Rica no son un fenómeno nuevo, pero la magnitud de los eventos recientes ha exacerbado una situación ya precaria. Los residentes, que ya enfrentaban desafíos con las lluvias anteriores, ahora se encuentran luchando contra un problema agravado por la inacción y la falta de planificación de emergencia por parte del gobierno municipal.
El Ayuntamiento, a pesar de la magnitud del problema, no ha hecho declaraciones públicas ni ha tomado medidas visibles para abordar la crisis. Los gastos incurridos por los vecinos para proteger sus viviendas, como la instalación de protecciones metálicas, han sido asumidos de forma individual, sin ningún tipo de compensación o respaldo por parte de las autoridades locales. Este vacío de liderazgo ha exacerbado el sentido de desamparo entre los afectados.
El escenario en Morelia resalta una alarmante falta de preparación y capacidad de respuesta ante desastres naturales. La situación exige una intervención inmediata y efectiva para restaurar la confianza de los ciudadanos en sus autoridades. La administración municipal debe abordar con urgencia la crisis de inundaciones y desarrollar planes preventivos y de respuesta adecuados, antes de que la situación se agrave aún más y los residentes tengan que continuar lidiando con las consecuencias de una gestión deficiente.
