Descargas de aguas contaminadas amenazan cultivos en San Isidro Itzícuaro

En San Isidro Itzícuaro, la tierra fértil que alguna vez fue un sinónimo de prosperidad para los ejidatarios, ahora se ve asediada por la desidia municipal y la negligencia institucional. Los canales de riego, otrora fuente de vida para los sembradíos, hoy se han convertido en fuente de contaminación.

Ejidatarios de la zona han alzado su voz de protesta ante la continua descarga de aguas contaminadas en los canales, resultado de obras inconclusas por parte del Ayuntamiento de Morelia y la negligencia del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS). Las consecuencias son devastadoras: cultivos arruinados, cosechas menguadas y un futuro incierto para la agricultura local.

“Podemos ver que está lleno de lirio, hierba y hay aguas residuales que vienen desde Villas del Pedregal y otros fraccionamientos”, denunció uno de los afectados, evidenciando la magnitud del problema. En una zona que antaño se beneficiaba de manantiales cuyas aguas limpias nutrían los campos, hoy se enfrentan a la amenaza de la contaminación y la degradación ambiental.

Los ejidatarios, conscientes de la urgencia de la situación, han propuesto una solución: la construcción de un colector que controle las aguas negras y permita preservar los canales para el riego. Sin embargo, la inacción de las autoridades locales ha impedido hasta ahora que esta medida se lleve a cabo, dejando a la comunidad agrícola de San Isidro Itzícuaro en un estado de vulnerabilidad cada vez mayor.

Ante esta situación, la pregunta que queda en el aire es clara: ¿hasta cuándo las autoridades responsables tomarán cartas en el asunto y trabajarán en soluciones concretas para proteger el sustento de las familias que dependen de la tierra para vivir? Mientras tanto, los campos de San Isidro Itzícuaro siguen clamando por la atención que merecen, en medio de un panorama que amenaza con llevarse consigo siglos de tradición agrícola.

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