Esto es una revolución sobre ruedas; uso de bicicletas en la CDMX aumenta un 71% en seis años
En una transformación que pareciera responder a la urgencia de las ciudades modernas por alternativas de transporte más sostenibles, la Ciudad de México se erige como un ejemplo de evolución urbana. Según el último informe de la Secretaría de Movilidad (Semovi), el uso de la bicicleta en la capital ha experimentado un asombroso incremento del 71% en los últimos seis años. Esta revolución sobre ruedas, capturada en el documento “Conteo Ciclista 2024”, revela que los traslados en bicicleta han ascendido de 267 mil viajes diarios en 2018 a 456 mil 892 en 2024.
El crecimiento exponencial del ciclismo urbano no es un mero capricho de la moda, sino un fenómeno respaldado por una planificación meticulosa y una inversión significativa en infraestructura. La Secretaría de Movilidad atribuye este auge principalmente a la expansión y mejora de las ciclovías y otros elementos diseñados para promover una movilidad sustentable. En cifras concretas, la infraestructura ciclista ha crecido a 534 kilómetros en la Ciudad de México, una extensión que incluye desde vías ciclistas compartidas hasta carriles dedicados y ciclovías unidireccionales.
Entre los desarrollos más destacados se encuentra la habilitación de más de 340 kilómetros de ciclovías, así como la incorporación de seis nuevos biciestacionamientos. Estos avances han sido cruciales para que el uso de la bicicleta se convierta en una opción más atractiva y práctica para los ciudadanos. Las avenidas que han visto una notable ampliación en sus instalaciones para ciclistas incluyen el Eje Central, Álvaro Obregón, el Eje 2 Sur, el Eje 2 Poniente, Tláhuac e Insurgentes.
Los esfuerzos por parte de la administración local no solo buscan aliviar la congestión vehicular y reducir la huella de carbono, sino también fomentar un estilo de vida más saludable entre los habitantes de la CDMX.
Este aumento en el uso de la bicicleta podría ser visto como un indicador de un cambio cultural en la movilidad urbana. Si el ejemplo de la Ciudad de México sirve de guía, otras metrópolis podrían seguir sus pasos y apostar por una infraestructura que respalde un futuro más verde y menos congestionado