Fabiola Alanís se pronuncia por igualdad de condiciones para las mujeres empresarias en Michoacán

En Michoacán, la voz de Fabiola Alanís Sámano, presidenta de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado y diputado de Morena, resuena como un llamado a la acción. “Es tiempo de mujeres”, afirmó durante la presentación de una iniciativa de reforma a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Prestaciones de Servicios Relacionados con bienes Muebles e Inmuebles del estado. La propuesta tiene como objetivo visibilizar y abordar las barreras que enfrentan las empresarias en la obtención de contratos y licitaciones, planteando la necesidad de paridad en el acceso a estos proceso.

Con un discurso que apunta al corazón de la desigualdad, Alanís recordó que, en Michoacán, apenas el 4.5% del sector empresarial está conformado por mujeres, una cifra que evidencia no solo un desbalance, sino una discriminación estructural que requiere acciones concretas. ¿Por qué, a pesar de sus capacidades y esfuerzos, las mujeres siguen teniendo menos posibilidades de acceso al financiamiento? ¿Qué explica la escasa representación de mujeres en cargos directivos o en la toma de decisiones empresariales? Estas preguntas exigen respuestas, y la diputada subraya la necesidad de trabajar a diario para garantizar la igualdad sustantiva.

El proyecto de reforma busca ir más allá de la retórica; propone una regulación que obligue a los tres poderes del Estado a brindar las mismas oportunidades tanto a hombres como a mujeres en la asignación de adquisiciones y contratos. Para Alanís, el desafío es hacer efectiva la ley general que, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, promueve la igualdad sustantiva. No basta con aprobar leyes; es necesario implementarlas de manera que se traduzcan en cambios reales y palpables.

La diputada, exfuncionaria federal y experta en políticas públicas con perspectiva de género, expresó su compromiso de llevar esta iniciativa a sus colegas en la 76 Legislatura. Y es que, a pesar de la importancia del trabajo no remunerado que la mayoría de las mujeres asume en casa y que afecta su capacidad para dedicarse a sus proyectos empresariales, la inequidad persiste en el ámbito de las licitaciones y contratos gubernamentales.

El reto es claro: para que la inclusión y la igualdad sean reales y no meras promesas, la lucha por un piso parejo para las empresarias de Michoacán debe avanzar con urgencia. La igualdad de oportunidades, la equidad en los procesos de adjudicación y la eliminación de barreras sistemáticas son pasos indispensables para transformar no solo el panorama empresarial sino el social. Es tiempo de mujeres, y la política debe reflejarlo.

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