Francia consagra el derecho al aborto en su constitución
Francia ha marcado un hito histórico al convertirse en el primer país en el mundo en consagrar el derecho al aborto en su Constitución. Con una votación abrumadora de 780 a favor y 72 en contra, los legisladores de ambas cámaras del Parlamento francés han respaldado esta medida, superando cómodamente la mayoría de tres quintos requerida para enmendar la Constitución.
La votación, que tuvo lugar durante una reunión especial en el Palacio de Versalles en París, representa el último paso en un proceso legislativo que comenzó con la aprobación de la enmienda por parte del Senado y la Asamblea Nacional franceses a principios de año.
La enmienda establece claramente que en Francia existe una “libertad garantizada” para abortar. Aunque algunos grupos y legisladores habían abogado por un lenguaje más explícito que llamara al aborto un “derecho”, esta medida ha sido recibida con celebración por parte de los defensores de los derechos reproductivos.
El primer ministro Gabriel Attal destacó la importancia moral de esta decisión, afirmando que se trata de una deuda moral con las mujeres que en el pasado se vieron obligadas a recurrir a abortos ilegales. “Por encima de todo, estamos enviando un mensaje a todas las mujeres: tu cuerpo te pertenece”, declaró Attal.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que el gobierno llevará a cabo una ceremonia formal para celebrar la aprobación de la enmienda el viernes, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.
Este hito legislativo tiene sus raíces en la lucha histórica por los derechos reproductivos en Francia. En 1975, el país legalizó el aborto por primera vez, gracias a una campaña liderada por la entonces ministra de Sanidad, Simone Veil, quien sobrevivió al Holocausto y se convirtió en un ícono feminista.
Este paso de Francia llega en un momento en que los derechos reproductivos están siendo cuestionados en varios lugares del mundo, incluidos Estados Unidos y partes de Europa como Hungría, donde el ascenso de partidos de extrema derecha ha generado preocupaciones sobre el retroceso en los derechos de las mujeres.
Con esta enmienda constitucional, Francia reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres y establece un precedente importante en la protección y promoción de la autonomía reproductiva.