Hablar sin tabúes previene embarazos adolescentes: Seimujer
Alejandra Anguiano, titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer). dejó en claro que la educación sexual debe ser una prioridad, y que hablar de ella debe ser sin tabúes. En la presentación de los resultados del Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (Fobam) 2024, la funcionaria subrayó un punto crucial: la importancia de fortalecer políticas públicas en esta área y fomentar la participación activa de todos los sectores de la sociedad para avanzar en la prevención del embarazo adolescente y la erradicación de la violencia sexual infantil.
El mensaje no pudo ser más claro: “No es normal que las niñas tengan bebés en los hospitales”, una declaración que refleja la urgencia de romper el silencio en torno a la educación sexual y, al mismo tiempo, la necesidad de avanzar hacia un entorno en el que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas sean respetados y fortalecidos.
El trabajo de la Seimujer ha sido palpable. Con la implementación de programas como el Agenciamiento para la Prevención del Embarazo Adolescente, Erradicación de la Violencia Sexual Infantil y el Fortalecimiento de Derechos Sexuales y Reproductivos, se capacitó a más de 2 mil 291 personas, incluyendo niñas, adolescentes, mujeres y servidores públicos de 16 municipios, en temas que abarcan desde métodos anticonceptivos hasta educación integral en sexualidad y menstruación digna. Además, se promovió la elaboración de toallas sanitarias ecológicas, una medida que busca también empoderar y dar herramientas a las mujeres de manera práctica.
Las Escuelas de Fortalecimiento de Liderazgos Adolescentes (EFLA) y las Redes de Mujeres Constructoras de Paz son otras iniciativas que han apostado por formar a jóvenes en derechos humanos, violencia de género y autonomía económica, con un enfoque en la acción social y la recuperación de espacios. Estos esfuerzos no solo responden a una estrategia de empoderamiento, sino que buscan forjar una generación de mujeres y hombres conscientes de su entorno y con la capacidad de actuar para transformar su realidad.
Y los resultados comienzan a reflejarse. Según instituciones gubernamentales y organizaciones de salud, en los últimos cuatro años el embarazo adolescente en Michoacán ha disminuido hasta un 32 por ciento, pasando de 9 mil 142 casos de enero a agosto de 2020 a 6 mil 180 en el mismo período de 2024. Este dato no es solo una estadística; es el testimonio de que cuando se trabajan de manera integral y sin reservas los temas de educación sexual y empoderamiento de las mujeres, se pueden generar cambios significativos.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer. Romper los tabúes sobre la educación sexual implica enfrentar resistencias sociales y culturales, pero es el único camino para garantizar que los derechos sexuales y reproductivos de todas y todos se respeten y para construir un futuro en el que las niñas y adolescentes tengan control sobre sus vidas y su salud. La transformación empieza con la voluntad de hablar abiertamente, de educar y de actuar sin temor. Michoacán lo necesita, y la clave está en que todos estemos dispuestos a contribuir.
Las cifras y los programas hablan por sí mismos, pero el verdadero cambio radica en la disposición de la sociedad para aceptar que, sin educación integral y sin un compromiso compartido, los avances seguirán siendo fragmentarios. Este es el momento de dar el siguiente paso.