Los mejores spots para echar una raya… o un faje en la CDMX
Si estás pensando en lugares abandonados en la CDMX para poder graffitear a gusto o de plano echar pasión, has llegado al lugar indicado. Seamos honestos. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con vandalear un rato? Sobre todo en esas tardes de ocio postpandémico y cielos del fin del mundo donde a veces no había (y a veces todavía no hay) mucho quehacer.
¡Y no es que uno sea un facineroso! Sí, delincuente, malhechor, malandro, ya tú sabe… pero… recuerdas el rush de cuando eras chavito y soñabas despierto en medio de tu clase de mate con “irte de pinta”, “volarte tu clase”, ¡burlar al poli de las rejas!, pasarte a la ferretería o tienda de pintura más cercana para comprar una lata de aerosol del color elegido por tu “buen y refinado gusto” de teenager y ponerte a grafitiarrrr. Sí, ¿verdad? Sí lo recuerdas.
Pero tu fantasía llegaba hasta ahí porque afuera de la escuela sólo habían bardas insípidas, cero inspiradoras, en donde plasmar “tu arte”.
¡No deseches todavía esa fantasía! Rífate a explorar los lugares abandonados de esta “ciudad mostro” donde sus habitantes sobrevivimos atropellados por una cotidianidad salvaje, pero eso sí, entrañable.
Ya sean lugares abandonados a la mano de dios —o algunos a la del diablo, la neta—, te dejamos esta lista de lugares abandonados para plasmar ese “tag”(entendido como tu sobrenombre graffitero), que tanto practicaste en la secu, y que tantas tantas ganas has tenido de verlo así: graffiteadito en una pared, banqueta o espacio vacío de tu preferencia y dejar un mensaje al puro estilo de “Te amo Renata”.
Descúbrete como writer, tagger, graffiter o crew en el arte del grafiteo en estos lugares abandonados de la CDMX, y deja que esa identidad grafitera te aflore.
Insurgentes 300, antes Edificio Canadá
¿Dónde? Avenida Insurgentes Sur 300, CDMX.
Esta mole de concreto, en forma de libro abierto, fue alguna vez uno de los conjuntos habitacionales más nice del sur de la ciudad de la década de los 50 y 60. Esta es la historia de Insurgentes 300.
Estacionamiento subterráneo, elevadores y ¡hasta helipuerto! (no pues guau) fueron parte del proyecto de vivienda de Insurgentes 300, uno de los edificios abandonados más emblemáticos de esta urbe.
Este monstruo de hormigón resistió no sólo el terremoto de 1985 (aunque desde ahí fue abandonado paulatinamente) sino también el sismo del 19 de septiembre de 2017 #Sismo19S, lo que hizo que sus y inquilinos okupas y su portero trajeado se sintieran más que orgullosos.
Pero qué sería de un edificio abandonado si entre los inquilinos de sus 420 despachos… ¡no habitara un fantasma! Sucesos extraños ocurren al interior y a lo largo de sus pasillos grafiteados. Puertas que cuelgan, cristales rotos y sus elevadores que sólo funcionan hasta el octavo piso, te esperan.
TIP: Trata de ganarte al portero trajeado de la entrada porque él es tu pase de acceso.
Posada del Sol
De soleada… no tiene nada.
¿Dónde? Niños Héroes 139, colonia Doctores, CDMX.
Lamentos, gritos y llantos es lo que hoy aseguran que se escucha al interior de la Posada del Sol. Construida por Fernando Saldaña, ex regente de la CDMX, en la década de los años 40, esta posada tenía planes de convertirse en el centro cultural y artístico más importante de la CDMX.
Entre sus habitaciones albergaría a los más destacados artistas vanguardistas de la época gracias a su sistema de “bed and breakfast”… pero no fue así.
Fue abandonado porque el dinero para su construcción no fluyó más. Esto debido a que Fernando Saldaña desvió recursos del erario capitalino para construirlo. Hacienda lo cachó y detuvieron el proyecto. Pero los fantasmas siguieron…
Cuentan que es uno de los lugares más escalofriantes para visitar en la CDMX. ¿Te animas?
TIP: Debes pedir un permiso a la delegación Cuauhtémoc para acceder… pero bien puedes probar echar simpatía con el portero con “un ciego”.
Acrópolis
La gloria de Grecia… no alcanzó su apogeo aquí.
¿Dónde? Avenida Lomas Verdes 800, Lomas Verdes 3era Sección, Edomex.
Ni sus columnas jónicas, dóricas, corintias pudieron salvar a esta “polis” del silencioso abandono que lo acecha. Y es que, lo que alguna vez fue el sueño griego de construir esta “ciudad en lo alto”, tras su inauguración en 1990 la impopularidad lo llevó al olvido.
Los habitantes jóvenes de los alrededores del condado de las “Famosísimas Torres” de Luis Barragán despreciaron este centro comercial y bazar de dos pisos dejándolo de lado con todo y su imponente tragaluz en forma de estrella de ocho picos. Eso es lo malo…
Lo bueno: esta urbe de estilo neoclásico (si queremos ponernos de estudiosos con los términos) se ha convertido en el templo moderno del graffiti. Así que ya sabes… ármate una cita con los dioses del Olimpo para ir a dedicarles uno que otro trabajo de aerosol.
TIP: Hay guardia pero si traes algún proyecto artístico lo rentan como locación. ¡Aprovecha para echar pasión!
Teatro Blanquita
Joya teatral en ocaso, amenazado con ser demolido.
¿Dónde? Eje Central Lázaro Cárdenas 16, Centro Histórico, CDMX.
Quién se iba a imaginar que después de su esplendor histriónico este emblemático teatro tendría como espectadores a sus propias butacas vacías.Tristemente, el Teatro Blanquita es otro de los lugares abandonados en CDMX después de haber ofrecido entretenimiento por más de medio siglo. Fue en 2015 cuando su telón cerró definitivamente… no más luminarias, ni aplausos.Hoy permanece en el abandono y peligra ante la especulación inmobiliaria. Muchos aseguran que hasta podría ser demolido.
Cuentan que algunas entidades espectrales ahora son sus únicos espectadores. Serán los fantasmas de Pérez Prado “El Rey del Mambo”, los Tres Diamantes o hasta Cepillín, (quien fue uno de los últimos en presentarse ahí) ¿los fantasmas que hoy podrían abrirte nuevamente las puertas del famoso “Blanquita”?
TIP: LLévale unas flores a la estatua de María Félix de la entrada para que te de permiso de entrar.
Atlantis y El Rollo
Parques acuáticos del ayer, hoy en vías de rescate.
¿Dónde? Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, CDMX.
Otro de los lugares abandonados en CDMX que puedes visitar para echar el graffiti es lo que alguna vez fue Atlantis. No sólo las instalaciones del parque acuático estaban abandonadas, ¡sino hasta 3 delfines y 4 lobos marinos! Así es, durante un recorrido oficial encontraron a estos animalitos en pésimo estado debido a la falta de mantenimiento de las albercas en donde aún habitaban (débilmente).
Antes de permanecer abandonado por más de una década, Atlantis fue el primer delfinario de la ciudad. Fue inaugurado en 1981 con la promesa de traer el mejor espectáculo marino a los chilangos. Mientras que El Rollo, (conocido también como “La Ola”) inaugurado en 1979, fue algo de lo que todos los capitalinos hablaban con asombro veraniego.
Durante años esta sección del Bosque de Chapultepec permaneció en el olvido, formó parte de leyendas urbanas y hasta se convirtió en escapada romántica extrema para los amantes más intrépidos.
Pero no fue sino hasta mediados de este año (todavía pandémico) cuando la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum anunció que Atlantis sería integrado al “Proyecto Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura”. Se prevé que el proyecto de ampliación y rescate concluya en diciembre de este año.
¡Eso sí! Ya no hay animalitos marinos, afortunadamente fueron trasladados, pero… si la cosquillita de ir a hacerle al grafitero te llama y quieres formar parte de las decenas de imágenes de arte urbano que ya decoran sus toboganes y azulejos… pues vas.
TIP: Procura hacerlo de día porque por la noche (la neta), tanto vivos como muertos… ¡sí espantan!