Mexicanos prefieren servicios de streaming que salas de cine
En un giro para la industria del entretenimiento en México, las plataformas de streaming han superado en facturación a las cadenas de cine durante el año pasado, marcando una tendencia que podría redefinir el futuro de cómo consumimos películas.
Según datos de la consultora Statista, las plataformas como Netflix, Max, Disney+ y Amazon Prime generaron ingresos por 25,700 millones de pesos en 2023, mientras que las cadenas de cine reportaron 14,600 millones de pesos. Esto refleja una diferencia considerable de 11,100 millones de pesos a favor del streaming, alimentada por la preferencia creciente de los mexicanos por ver películas desde la comodidad de sus hogares.
“Vemos que a veces los cines tienen un repunte de venta por ciertas películas pero esto no quiere decir que se estén recuperando, al contrario, muestran una gran dificultad para hacer que las personas regresen al cine y esto se debe a que el streaming es ahora la forma de ver películas y series”, explicó Radamés Camargo, analista de The Ciu.
Este cambio de paradigma se sustenta en varios factores. Uno de ellos es el costo. El precio promedio de un boleto de cine ha aumentado significativamente en los últimos años, pasando de 45 pesos en 2019 a aproximadamente 80 pesos en la actualidad. Sumado a esto, el gasto en alimentos y bebidas dentro de las salas de cine también ha incrementado, haciendo que una salida promedio al cine supere fácilmente los 400 pesos por persona.
La comodidad y la accesibilidad del streaming han captado la atención de los consumidores, ofreciendo una amplia biblioteca de contenido a precios competitivos y sin necesidad de desplazarse. Esta tendencia se ha consolidado aún más con la pandemia, que aceleró la adopción del streaming como principal medio de entretenimiento audiovisual.
A pesar de esfuerzos por parte de las cadenas de cine como Cinemex y Cinépolis, que aumentaron un 19.9% la venta de boletos en comparación con el año anterior, aún se encuentran lejos de los números previos a la crisis sanitaria, cuando vendían más de 300 millones de boletos anualmente.
El futuro de las salas de cine en México se vislumbra desafiante, mientras el streaming continúa consolidándose como el formato preferido para disfrutar de películas y series. Con un público cada vez más consciente de sus gastos y exigente en cuanto a comodidad, el panorama se inclina hacia una transformación profunda en la manera en que vivimos la experiencia cinematográfica.