Morelia, bajo el agua ante la indiferencia del Ooapas
En un acto que roza la irresponsabilidad, Adolfo Torres, director del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Ooapas) de Morelia, ha desestimado de manera alarmante los riesgos de inundación que acechan a la ciudad. Sin contar con la experiencia técnica necesaria para abordar la complejidad del manejo hídrico, Torres se aferra a una narrativa de calma, tildando de “alarmistas” y “fuera de lugar” las advertencias emitidas por Protección Civil estatal.
Mientras tanto, la realidad es innegable: decenas de colonias amanecieron sumergidas tras el desborde de drenes, dejando a su paso serias pérdidas materiales y un panorama desolador. La operación tardía de los cárcamos de bombeo emerge como una de las principales causas de esta nueva ola de inundaciones. La ciudad, que debería estar en alerta, se encuentra, en cambio, en un limbo informativo, ya que el Ooapas ha optado por el silencio ante un escenario de riesgo civil para miles de habitantes.
El huracán John, que ha comenzado a incidir en Morelia, debería haber encendido las alarmas de manera inmediata, pero el organismo encargado de la gestión del agua ha fallado en su deber de actualizar, en tiempo real, los niveles de ríos y drenes. A pesar de las múltiples solicitudes de información de la prensa y de la ciudadanía, la falta de transparencia y colaboración es evidente.
En un momento crítico, donde la prevención y la información son fundamentales, la actitud del director del Ooapas revela una desconexión preocupante con la realidad que viven los morelianos. La indiferencia ante los peligros inminentes no solo expone a la población a riesgos innecesarios, sino que también pone en entredicho la capacidad de las autoridades para gestionar adecuadamente los recursos hídricos de la capital michoacana.
En un contexto donde el cambio climático nos recuerda su inminente presencia, la responsabilidad y la proactividad deberían ser las únicas respuestas aceptables. ¿Hasta cuándo se permitirá que la falta de experiencia y la desestimación de riesgos sigan costando caro a Morelia?