Netanyahu, contra las cuerdas
Cada vez son más quienes piden la renuncia de Benjamín Netanyahu como Primer Ministro de Israel.
Y es que el constante bombardeo sobre Gaza y los llamados al genocidio lo hacen lucir más como un señor de la guerra que como un jefe de Estado.
Mientras la región está viviendo su jornada más violenta en décadas, Netanyahu pidió una “guerra santa de aniquilación” contra el pueblo palestino.
“Vayan y hiéranlos y destruyan absolutamente todo lo que tengan, y no los perdonen. ;átenlos, tanto a hombres como a mujeres, infantes y lactantes, bueyes y ovejas, camellos y burros”, declaró, citando a Samuel 15:3.
Para muchos, la narrativa utilizada por Netanyahu es de genocidio, lo que pone en tela de juicio su liderazgo y capacidades para tratar de dar salida al conflicto.
Al contrario, pareciera que está tratando de avivar la llama de la guerra, con incontables pérdidas humanas y materiales, lo que está haciendo mella en su popularidad y credibilidad ante su propio pueblo, que ha respondido con protestas y quemas públicas de la imagen del Primer Ministro.