Opacidad financiera, el lado oscuro de la transparencia del Ayuntamiento de Morelia
En medio de la alabada retórica de transparencia por parte del alcalde Alfonso Martínez Alcázar, una sombra de opacidad envuelve la gestión financiera del ayuntamiento de Morelia. En un revelador vistazo a la Plataforma Nacional de Transparencia, se ha descubierto que la administración municipal brilla por su negativa en compartir información crucial sobre sus estados financieros.
Héctor Gómez Trujillo, tesorero municipal, ha emitido un comunicado sorprendente, confirmando que los balances financieros del municipio no están disponibles al público. La justificación es aún más desconcertante: el municipio alega que no está obligado a hacerlo y que esta divulgación es meramente voluntaria. Una excusa que despierta más interrogantes que respuestas, especialmente cuando la legislación estatal vigente en Michoacán de Ocampo, específicamente el artículo 35, fracción XXV de la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, claramente establece la obligatoriedad de informar sobre los resultados de los estados financieros de los sujetos obligados.
Los datos revelan una persistente negativa por parte del ayuntamiento de Morelia a proporcionar transparencia financiera. Desde el 2021 hasta el 2023, el patrón ha sido consistente: se envía el mismo oficio de rechazo a las solicitudes de información sobre el estado de las finanzas municipales. Mientras la mayoría de los municipios y sujetos obligados han optado por la transparencia, la gestión de Alfonso Martínez Alcázar parece resistirse tenazmente a la luz pública.
Este patrón de opacidad financiera plantea serias preguntas sobre la responsabilidad y la integridad de la administración municipal. ¿Qué intentan ocultar? ¿Por qué la reticencia a cumplir con una obligación legal claramente establecida? Son interrogantes que merecen respuestas claras y convincentes por parte de las autoridades municipales.
En una era donde la transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de la democracia, la negativa a divulgar información financiera es profundamente preocupante. Más allá de los discursos y las promesas, la verdadera prueba de la transparencia radica en la voluntad de las instituciones de abrirse al escrutinio público y rendir cuentas ante sus ciudadanos.
El gobierno de Alfonso Martínez Alcázar tiene ahora la oportunidad de demostrar su compromiso con la transparencia y la honestidad. El pueblo de Morelia espera y merece una administración que no solo hable de transparencia, sino que la practique de manera concreta y significativa en todos los aspectos de su gestión. El secreto no es una opción cuando se trata del manejo de los recursos públicos.