¿Por qué un burro blanco? La curiosa historia de Poli, la mascota del IPN
Allá por el año 1932 nació la idea de la creación de lo que hoy se conoce como el Instituto Politécnico Nacional y en todos esos años de historia han surgido muchos mitos alrededor de esta casa de estudios; el ejemplo más claro es el origen del mítico burro blanco, la mascota del IPN.
De acuerdo con el mismo Instituto, hay muchas versiones del oriente de la mascota. Incluso podríamos decir que este primer burro blanco se ha convertido en una leyenda urbana, un secreto a voces o hasta un mito.
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La versión más aceptada data de 1936, cuando el ingeniero Juan de Dios Bátiz, entonces senador de la República, y el general Lázaro Cárdenas, quien era presidente de México, le dieron nacimiento al Politécnico Nacional.
Sus fundadores pensaron que esta casa de estudios sería un motor de desarrollo y espacio para la igualdad, así como para apoyar el proceso de industrialización del país y de la misma forma brindar alternativas educativas a todos los sectores sociales, en especial a los menos favorecidos.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?creatorScreenName=ChilangoCom&dnt=true&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfdGltZWxpbmVfbGlzdCI6eyJidWNrZXQiOltdLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2ZvbGxvd2VyX2NvdW50X3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9iYWNrZW5kIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19yZWZzcmNfc2Vzc2lvbiI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZm9zbnJfc29mdF9pbnRlcnZlbnRpb25zX2VuYWJsZWQiOnsiYnVja2V0Ijoib24iLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X21peGVkX21lZGlhXzE1ODk3Ijp7ImJ1Y2tldCI6InRyZWF0bWVudCIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3Nob3dfYmlyZHdhdGNoX3Bpdm90c19lbmFibGVkIjp7ImJ1Y2tldCI6Im9uIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH0sInRmd19kdXBsaWNhdGVfc2NyaWJlc190b19zZXR0aW5ncyI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdXNlX3Byb2ZpbGVfaW1hZ2Vfc2hhcGVfZW5hYmxlZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdmlkZW9faGxzX2R5bmFtaWNfbWFuaWZlc3RzXzE1MDgyIjp7ImJ1Y2tldCI6InRydWVfYml0cmF0ZSIsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfbGVnYWN5X3RpbWVsaW5lX3N1bnNldCI6eyJidWNrZXQiOnRydWUsInZlcnNpb24iOm51bGx9LCJ0ZndfdHdlZXRfZWRpdF9mcm9udGVuZCI6eyJidWNrZXQiOiJvbiIsInZlcnNpb24iOm51bGx9fQ%3D%3D&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1655627904112373778&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fwww.chilango.com%2Fciudadania%2Fotros-ciudadania%2Fpor-que-un-burro-blanco-la-curiosa-historia-de-poli-la-mascota-del-ipn%2F&sessionId=b4af21abd7430226b04ef74fcc1955b55d79fcf8&siteScreenName=ChilangoCom&theme=light&widgetsVersion=aaf4084522e3a%3A1674595607486&width=500px
La historia de la mascota del IPN
Con esas bases en la cabeza e impulsado por el entusiasmo de lo que sería el Instituto, Juan de Dios Bátiz mandó alambrar la mayor extensión posible de terreno de la ex Hacienda de Santo Tomás, hoy conocido como el Casco de Santo Tomás.
Al hacerlo, los jóvenes estudiantes, que siempre trabajaban a su lado, dejaron dentro del cerco a una burra blanca. Sí, no es un macho como siempre se ha dicho, sino una hembra de burro blanco la que ha sido la protagonista de la historia.
Esta pequeña criatura ya tenía dueño. Molesto, la persona que se hacía cargo de la burrita fue con el maestro Bátiz para exigir que se la regresaran. Sin embargo, el ingeniero tenía otros planes.
Con la gracia y picardía combinadas con la formalidad que caracterizaba al legislador, le contestó al hombre: “Toma los pesos que vale la burra, porque va a ser la mascota del Politécnico”.
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¿Qué significa la mascota del Politécnico?
Así fue como nació uno de los símbolos más importantes del IPN. Sin embargo, lo que significa la mascota del Politécnico fue esgrimido poco a poco por lxs mismxs estudiantes como a finales de 1940, cuando un agudo redactor de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) describió las características y funciones de la borriquita blanca en sus propias palabras.
Según el redactor, Poli, como fue nombrada la burrita, es un pequeño animal al que todxs quiere, ya sea alumnx, directorxs, ingenierxs, profesorxs, y obrerxs. “Aparentemente llevo una vida ejemplar, porque mi única ocupación consiste en atraer la buena suerte, el acierto, el éxito sobre esta unión de hombres, aparatos, campos y aulas”, señala.
El animalito también fue descrito con un “poder totémico”, aunque con el pasar de los años se va agotando. Por eso, cuando llegue el momento, será sustituida por otra borriquilla blanca, chaparra y joven.
Poli no entiende el lenguaje humano, pero señaló que sí entiende perfectamente el gesto de las personas. “Especialmente sé descifrar los ademanes que significan aliento o despedida violenta”, señala el escrito.
“Cuando, por las mañanas, el ingeniero [Bátiz] recorre su Politécnico, como un almirante su acorazado, de pronto agita los brazos y siempre hay alguien que pronto agita los brazos y siempre hay alguien que echa a correr buscando a otro alguien que no aparece y que debía arreglar algo que todos han olvidado”, finaliza.