PVEM exige a Margarita López dejar de entorpecer negociaciones con la Guardia Civil en Michoacán
En un escenario de creciente tensión, la dirigencia estatal en Michoacán del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha lanzado un ultimátum a la diputada Margarita López, instándola a cesar de inmediato sus intervenciones en las negociaciones entre el Gobierno del estado y los elementos de la Guardia Civil, quienes llevan varios días en paro de labores. Según se ha denunciado, la legisladora ha influenciado a los manifestantes, complicando la resolución del conflicto.
Ernesto Núñez Aguilar, dirigente del PVEM en Michoacán, condenó el papel de Margarita López, quien hasta hace poco representaba al partido en la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado. Núñez Aguilar señaló que los bloqueos y manifestaciones realizados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) han provocado una paralización en las exportaciones, cruciales para la economía michoacana, entre ellas la del aguacate, un producto vital para la región.
“La postura de todo o nada no contribuye a resolver el problema”, expresó Núñez Aguilar, subrayando que tal actitud está afectando negativamente a otros sectores económicos, como la agricultura y el transporte. El líder del PVEM insistió en que muchas de las demandas de los policías ya han sido atendidas, por lo que no existen razones para prolongar el conflicto.
La intervención de Margarita López ha sido un punto de controversia. Mientras ella se plantea como una defensora de los derechos laborales, un amplio sector la considera una obstaculizadora del progreso y la estabilidad económica del estado. Su propia dirigencia enfatiza que es momento de abandonar actitudes que perjudican a la economía estatal, haciendo un llamado a la diputada para que se aleje de acciones que dañan a Michoacán.
En el trasfondo de esta disputa se encuentra una compleja situación que no solo afecta a la seguridad pública, sino que también amenaza el tejido económico de Michoacán. El paro de la Guardia Civil y las consiguientes interrupciones en las actividades comerciales ponen en riesgo el bienestar de miles de familias que dependen de las exportaciones agrícolas y del flujo constante de mercancías.