¿Qué tanto conoces de los gatos egipcios?

Ciudad de México.- Seguro que en alguna ocasión alguien te ha enseñado una foto de estos extraños felinos y has tenido curiosidad por saber qué se siente cuando les acaricias, te has preguntado si pasan frío en invierno o has querido conocer cuál ha sido su origen.

Estos gatos, también conocidos como sphynx o esfinge, se caracterizan sobre todo por la ausencia de pelo pero también por su delgado y elegante cuerpo. A pesar de tener una expresión enfadada, en realidad son unos animales extremadamente cariñosos, amables y muy dulces. Asimismo, son unos compañeros muy inteligentes, curiosos y muy enérgicos.

Sin embargo, ¿sabes que estos felinos no proceden de Egipto? Surgieron en Canadá. En muchas ocasiones se les confunde con los gatos peterbald y el don sphynx, ambos procedentes de Rusia, debido a que son las tres razas sin pelo más conocidas. La apariencia de los gatos egipcios se debe a una mutación natural de un gen recesivo que ocurrió en Canadá en los años 60 cuando una gata de pelo corto tuvo un cachorro sin pelo. Con los años, los veterinarios y científicos se propusieron mantener un linaje de estos animales dando origen a la raza que hoy conocemos.

 

Ocurre con frecuencia que la gente adquiere un gato esfinge pensando que no le dará alergia porque carece de pelo pero los gatos egipcios no son hipoalergénicos, es decir, no son aconsejables para personas alérgicas ya que debemos recordar que no es el pelo lo que produce las alergias sino las células muertas de la piel y la saliva.

Los gatos egipcios son felinos de tamaño mediano y grande con un cuerpo musculado, el pecho ancho y una pronunciada barriga. Su cuello también resulta llamativo debido a que son largos en proporción con su cuerpo. Estos gatos pueden pesar entre 3,5 y 5 kilos.

Tienen un promedio de vida de entre 10 y 20 años y, salvo casos concretos, suelen tener buena salud. Pero como todos los animales, necesitan unos cuidados fundamentales como visitas al veterinario, vacunas y una alimentación sana.

La ausencia de pelo en los gatos egipcios no es un defecto ni falta de salud sino una mutación natural. Lo que mucha gente no sabe es que en realidad sí que poseen una capa finísima de pelo que apenas podemos apreciar con nuestros ojos.

Como no tienen pelo, la temperatura corporal de los estos gatos es hasta cuatro grados superior a la de otros mininos. En invierno es importante que les proporcionemos mantas donde esconderse y dormir calentitos o incluso jerséis especiales para ellos ya que si no podrían enfermar.

 

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