Si vas a CDMX, deberás probar las guajolotas chilangas
Ciudad de México.- El platillo chilango son las tortas de tamal o “guajolotas” y es uno de los preferidos de muchos para comenzar cada mañana, pues desde hace años este singular alimento se ha convertido en un distintivo de la gastronomía de la Ciudad de México.
Este famoso platillo chilango puede acompañarse con un rico atole, y su combinación es conocido como “guajolocombo”, y es que además de su gran sabor, puede darte mucha energía y buen humor durante la jornada laboral.
Sin embargo, este alimento suele ser criticado por los mexicanos del interior de la república debido a que meter masa, carne y salsa a un bolillo suena exagerado, como bien dicen es masa con masa.
Las guajolotas según fueron inventadas en la Ciudad de México, pero lamentamos decirte que no es así.
Aunque veas en cada esquina de la ciudad este rico platillo, este alimento nació en Puebla, según el historiador mexicano José N. Iturriaga.
De acuerdo al libro “La Cultura del antojito. De tacos, tamales y tortas…”, Iturriaga explica que la guajolota era un pan para pambazo rellena de una enchilada roja rellena de carne de puerco, platillo que fue modificado con el tiempo por los capitalinos.
En promedio, una guajolota cuesta entre los 12 a 35 pesos dependiendo de varios factores, por ejemplo, si el tamal es pequeño, con poca carne y solo con sabores tradicionales el costo puede ser de 12 pesos, pero si el tamal es grande y lleva otro tipo de carne, el costo es de 15 y 18 pesos.
Los tamales “especiales” los que conllevan una mayor elaboración e ingredientes exóticos pueden alcanzar hasta los 30 pesos.
Además, cuenta con otros sabores como hawaiano, de zarzamora, de costilla de cerdo o una pieza completa de pollo.
Pero si hablamos de guajolocombos, el costo es de entre 35 y 60 pesos dependiendo del tamaño del tamal y del atole.