Tanques israelíes avanzan en Rafah
Las tensiones escalan en la región mientras tanques israelíes irrumpen en la ciudad de Rafah y se posicionan a meros 200 metros del paso fronterizo con Egipto, desencadenando un bombardeo nocturno sobre esta localidad al sur de la franja de Gaza. Hamas, en un gesto inesperado, acepta una propuesta de alto el fuego presentada por Egipto y Qatar, recibiendo el beneplácito de la población, aunque Israel advierte que el acuerdo no satisface sus demandas fundamentales y continúa su ofensiva en Rafah mientras prosiguen las negociaciones.
Las maniobras diplomáticas y militares, arriesgadas y dinámicas, mantienen en vilo la esperanza de un acuerdo que, aunque mínima, aún palpita en el horizonte. En un conflicto que ha cobrado la vida de más de 34,700 palestinos en siete meses, la amenaza de una invasión israelí a gran escala sobre Rafah se cierne ominosamente, una medida que Estados Unidos rechaza y que grupos humanitarios advierten sería catastrófica para los cerca de 1.4 millones de palestinos refugiados en la zona.
La aceptación del alto el fuego por parte de Hamas llega horas después de la orden de Israel de desalojar a unos 100,000 palestinos del este de Rafah, un claro indicio de una inminente incursión. A pesar de ello, el gabinete de guerra israelí decide continuar con la operación en Rafah, alegando que la propuesta aceptada por Hamas está lejos de satisfacer sus demandas centrales, aunque enviará negociadores a Egipto para continuar las conversaciones.
En medio de este tenso panorama, el presidente estadounidense, Joe Biden, conversa con Benjamin Netanyahu, expresando su reserva sobre la operación militar en Rafah y reiterando que un acuerdo de alto el fuego con Hamas es la mejor manera de proteger las vidas de los rehenes israelíes en Gaza. Mientras tanto, Netanyahu sostiene que conquistar Rafah, el último bastión significativo de Hamas en Gaza, es esencial para evitar que el grupo recupere su poderío militar y perpetúe ataques como el ocurrido el 7 de octubre, desencadenante de esta guerra.
A medida que las negociaciones prosiguen, tanto Hamas como Israel esperan obtener garantías claras para sus respectivas demandas, mientras que Estados Unidos revisa la situación y discute la respuesta de Hamas con sus aliados regionales. Se desconoce si la propuesta aceptada por Hamas difiere sustancialmente de la presentada por el secretario de Estado, Antony Blinken, la semana pasada, la cual incluía concesiones significativas por parte de Israel.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier paso en falso podría desencadenar una escalada aún más peligrosa en una región ya sumida en un conflicto crónico e interminable.